NUEVO PODCAST EN ONDA CERO: EL DIVORCIO CON HIJOS ADOLESCENTES

Aquí tienes la entrevista:

https://www.ondacero.es/emisoras/andalucia/cordoba/audios-podcast/mas-de-uno/adolescentes-divorcios_20240722669e3be6a5486100012045fc.html

Y aquí un extracto de la misma:

Según el Instituto Nacional de Estadística en 2023 hubo 76.685 divorcios en España, destacando que la duración media de los matrimonios fue de 16,6 años. Eso quiere decir que en el momento de tomar la decisión puede que tengamos hijos adolescentes a quien comunicarles la noticia.

Es un momento complicado para una pareja el pasar por un divorcio

Es un paso muy difícil porque se rompe un proyecto de vida, normalmente no te casas pensando que eso tiene una fecha final. Y cuando te lo planteas pues puede verse como un fracaso.

Pero es que además a veces se mantiene el matrimonio porque los niños están en la edad difícil de la adolescencia y eso puede perjudicarles. Desde la experiencia profesional podemos asegurar que hace más daño el mantener un matrimonio que no tiene chispa, muestras de afecto, que está afectado por la sorna, el sarcasmo, los reproches que tomar la decisión de poner punto final. Y además si aprenden que un matrimonio sin chispa es lo habitual podemos hacerle mucho daño sobre lo que es una relación con amor y respeto.

¿Qué hay que hacer antes de comunicarlo?

Lo primero es estar seguro de la decisión, tenerlo todo hablado con la pareja, que no sea un arrebato unilateral donde no hayamos hablado las cosas previamente. Los niños van a hacer preguntas y tenemos que tenerlo todo bastante bien pensado.

También es importante estar al mando de nuestras propias emociones: que no nos dejemos llevar por el miedo, la impotencia,  ira, celos… Hay que comunicarlo desde la serenidad. Hay que tomar el timón en la tormenta. Hay que transmitirles seguridad pues si nuestro suelo se tambalea imaginemos el de los niños, que buscan la estabilidad y la seguridad. Hay que estar tranquilos ya que los niños se adaptan a todo.

¿Cómo se lo decimos?

Se lo hemos de decir preferentemente los dos juntos, y si hay más de un hijo a todos a la vez, aunque también depende del abanico de edades.

Es fundamental que transmitamos a los niños que lo que se rompe es la pareja, no la familia. Seguimos siendo padre y madre, digamos que es un cambio de estructura, no se rompe una familia, hay familias que sin divorciarse sí que están rotas.

Recalcar que es algo que ha pasado entre los adultos, que ellos no tienen la culpa (por ejemplo el adolescente es consciente que con su comportamiento causa disconfort en la casa y puede pensar que es culpa suya) y que ellos van a seguir queriéndolos igual. Hay que repetirle eso todo el tiempo, hay que insistir. “No vamos a seguir viviendo juntos pero te quiero más que nada en este mundo”.

Es mejor comunicarlo en la propia casa porque a veces la reacción de los hijos es más tranquila si los hijos lo esperan, ya no porque discutan, sino porque no hay besos, duermen separados,… pero a veces puede pasar que alguno se levante de rabia y se vaya a su refugio que es su habitación. Si por ejemplo se lo dices en un restaurante pues va a tener que controlarse las emociones y va a sentir mucha rabia. O no va a poder hacer preguntas.

Hay que transmitirlo más como un cambio que como un drama.

Por otra parte los niños no tienen que saberlo todo, hay un área que es el área de los adultos: es una decisión que hemos tomado, el amor en la pareja se termina pero no el amor de familia. Ese debe ser el mantra.

Es muy importante hacerles ver cómo va a ser su vida, que visualicen el cambio, no hacer grandes cambios los primeros años, proporcionarles seguridad en sus necesidades básicas,

¿Algún consejo para hacer el divorcio más llevadero?

Es mejor hacer un Plan de parentalidad: ¿qué queremos para nuestra familia?

Se trataría de un traje a medida de cada familia, es como un libro de instrucciones que evita los conflictos y roces entre personas que ahora quizá ya no se lleven tan bien : tipo de custodia, custodia compartida o exclusiva, dónde van a vivir, con quién, tener en cuenta las vacaciones de los padres, si cuenta el tiempo si se van de campamentos en el periodo vacacional al que le corresponde a uno de los padres, celebraciones familiares, quién los viene a buscar, gastos si el niño se va por ejemplo de Erasmus, regular el uso de móviles, acceso a redes sociales, las extraescolares, las navidades… Mientras mejor esté todo organizado mejor

¿Qué hemos de evitar?

Hay que proteger (que no sobreproteger) a los niños. Hay que hacerlo de una manera que no les haga daño.

Evitar usarlos de emisarios: “dile a tu padre o a tu madre”,… o usarlos como arma arrojadiza contra la ex pareja.

Saber también que no son cuidadores de los hermanos, no les demos roles de padre o madre. Los niños son niños y no padres.

Tampoco les usemos para compensar la pérdida emocional de la pareja, si necesitamos desahogarnos buscamos una hermana, una amiga, una psicoterapeuta… pero nuestros hijos no son nuestro paño de lágrimas,

Muy importante, y esto casa también para el resto de la familia y amistades, es no hablar mal del otro progenitor.

¿Dónde pueden encontrar más información?

Recomendamos el Curso: Separaciones y divorcios, de Aida Casanova y Lucía mi pediatra. Ahí viene toda la información afectivo-legal que podamos necesitar.

Foto: Bufete Giraldillo

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